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«Es solo una excusa para la pereza». «No es un trastorno real». «Si quisiera, podría concentrarse».
Si tienes Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), es probable que hayas escuchado estas frases y muchas otras que, cargadas de desinformación, invalidan tu experiencia. Los mitos sobre el TDAH no solo son falsos, sino que son dañinos: alimentan la culpa, la vergüenza y retrasan el acceso a un diagnóstico y tratamiento que pueden cambiar vidas.
Es hora de separar la ficción de la realidad. En este artículo, vamos a derribar 7 de los mitos más comunes sobre el TDAH con información clara y basada en la evidencia científica.
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Derribando los 7 Mitos Más Grandes sobre el TDAH
Mito 1: El TDAH no es un trastorno real.
Realidad: El TDAH es una condición neurobiológica real, reconocida por todas las principales organizaciones médicas del mundo. La ciencia ha demostrado consistentemente que existen diferencias en la estructura, la química y el funcionamiento del cerebro de las personas con TDAH, especialmente en las áreas relacionadas con las funciones ejecutivas y la autorregulación.
Mito 2: El TDAH es culpa de una mala crianza o falta de disciplina.
Realidad: El TDAH tiene una base fundamentalmente genética. Los estudios indican que es uno de los trastornos psiquiátricos más hereditarios. Si bien un entorno familiar estructurado y de apoyo es crucial para manejar los síntomas, no puede causar ni curar el TDAH. Culpar a los padres es tan ilógico como culparlos por la miopía de un hijo.
Mito 3: Todas las personas con TDAH son hiperactivas.
Realidad: Falso. La hiperactividad en adultos a menudo es interna: una mente que nunca descansa, una sensación de inquietud constante. Además, existe un tipo de TDAH con predominio de inatención, donde la persona puede ser tranquila y parecer «soñadora» o «distraída», pero lucha internamente con la organización, la memoria y la concentración.
Mito 4: El TDAH es solo un problema de niños y desaparece en la adultez.
Realidad: Se estima que más del 60% de los niños con TDAH continúan experimentando síntomas significativos en la edad adulta. Los síntomas pueden cambiar de forma (la hiperactividad física puede convertirse en inquietud interna), pero los desafíos con la planificación, la gestión del tiempo y la regulación emocional persisten y afectan todas las áreas de la vida.
Mito 5: El TDAH solo afecta a los hombres.
Realidad: El TDAH afecta a personas de todos los géneros. Sin embargo, está drásticamente subdiagnosticado en las mujeres. Esto se debe a que las mujeres con TDAH tienden a presentar más síntomas de inatención e internalizados (ansiedad, baja autoestima) en lugar de la hiperactividad disruptiva, lo que hace que pasen desapercibidas.
Mito 6: Las personas con TDAH no son inteligentes y no pueden tener éxito.
Realidad: El TDAH no tiene absolutamente ninguna relación con el coeficiente intelectual. Muchas personas con TDAH son excepcionalmente inteligentes y creativas. Con las estrategias y el apoyo adecuados, pueden alcanzar un éxito extraordinario. De hecho, muchos emprendedores, artistas y líderes innovadores tienen TDAH.
Mito 7: La medicación es una «solución fácil» o la única opción.
Realidad: El tratamiento más efectivo para el TDAH es multimodal. La medicación puede ser una herramienta muy eficaz para corregir el desequilibrio neuroquímico, pero no enseña habilidades. El tratamiento integral debe incluir psicoeducación (entender tu TDAH), terapia y coaching para desarrollar estrategias prácticas de productividad y organización.
La Verdad te Hará Libre
Deshacerse de estos mitos es el primer paso para reemplazar la vergüenza por la comprensión y la autocrítica por la autocompasión. Si te has identificado con la realidad detrás de estos mitos, buscar un diagnóstico profesional es el acto de autocuidado más importante que puedes hacer.
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La información proporcionada en este artículo es solo para fines informativos y no sustituye el consejo médico profesional.
