¿Alguna vez sentiste que funcionabas de manera distinta al resto, pero no podías explicar por qué? ¿Te han etiquetado como «muy sensible», «despistada» o «demasiado ansiosa»? Si es así, no estás sola. La experiencia del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) en mujeres es un universo en sí mismo, lleno de matices que a menudo son malinterpretados o, peor aún, ignorados.
Aunque el TDAH afecta a hombres y mujeres por igual, la forma en que se manifiesta y se diagnostica es drásticamente diferente. De hecho, se estima que solo un 4.2% de las mujeres son diagnosticadas en su vida, usualmente entre los 36 y 38 años, en comparación con el 13% de los hombres, que suelen recibir su diagnóstico en la infancia.
Esta brecha no es una casualidad. Es el resultado de décadas de estudios centrados en hombres, estereotipos de género y una sintomatología mucho más internalizada en las mujeres. En este artículo, vamos a desmitificar cómo es vivir con TDAH siendo mujer y por qué es tan difícil llegar a un diagnóstico.
¿Te resuenan estas situaciones? Podría ser TDAH.
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El Diagnóstico Perdido: ¿Por Qué las Mujeres con TDAH Pasan Desapercibidas?
Cuando pensamos en TDAH, la imagen que suele venir a la mente es la de un niño inquieto que no puede quedarse sentado. Sin embargo, en las niñas y mujeres, el TDAH se presenta de una forma mucho más sutil.
La razón principal de esta disparidad es que las herramientas diagnósticas se crearon a partir de estudios que, en su mayoría, solo incluían a niños. Esto ha creado un sesgo que dificulta enormemente la detección en mujeres.
Señales de Alerta que Suelen Ser Ignoradas
En lugar de la hiperactividad física, las mujeres con TDAH suelen manifestar síntomas internalizados. Esto significa que la «batalla» se libra por dentro. Algunos de los signos más comunes son:
Desorganización crónica: Sentir que tu vida es un caos constante, desde la gestión del tiempo hasta el orden en tu casa.
Baja autoestima y autocrítica feroz: Un sentimiento persistente de no ser suficiente, acompañado de un diálogo interno muy negativo.
Agotamiento mental y físico: Estar constantemente cansada, sin importar cuánto duermas.
Mala gestión del tiempo: Procrastinar tareas importantes y tener dificultad para calcular cuánto tiempo llevará algo.
Ansiedad y estrés crónico: Vivir con una sensación de alerta o preocupación constante.
Hipersensibilidad emocional: Experimentar las emociones (tanto las buenas como las malas) con una intensidad abrumadora.
Dificultad para hacer múltiples tareas: Sentirte paralizada cuando tienes que gestionar varias responsabilidades a la vez.
El problema es que estos síntomas a menudo se confunden con rasgos de personalidad («es muy despistada») o se atribuyen a otros trastornos como la ansiedad o la depresión. Muchas mujeres reciben tratamientos para estos problemas sin saber que la causa raíz es un TDAH no diagnosticado. Si quieres saber más sobre cómo es el proceso, puedes leer nuestra Guía Integral de Diagnóstico de TDAH en Adultos.
El Impacto de los Estereotipos de Género y las Hormonas
La sociedad espera que las mujeres seamos organizadas, multitarea y emocionalmente contenidas. Estos estereotipos de género hacen que muchas mujeres con TDAH desarrollen estrategias de enmascaramiento (masking): un esfuerzo agotador por ocultar sus dificultades y aparentar que «tienen todo bajo control».
Este enmascaramiento no solo retrasa el diagnóstico, sino que tiene un costo altísimo para la salud mental, generando sentimientos de fraude e inadecuación.
El Factor Hormonal: Un Ciclo de Intensidad
Las fluctuaciones hormonales a lo largo de la vida de una mujer (ciclo menstrual, embarazo, menopausia) tienen un impacto directo en los síntomas del TDAH.
El estrógeno y la progesterona influyen en los niveles de dopamina, un neurotransmisor clave en el TDAH. Por eso, es muy común que los síntomas se intensifiquen en la fase premenstrual, haciendo que te sientas más desatenta, hiperactiva e inquieta. Llevar un registro de tus síntomas en relación con tu ciclo puede ser una herramienta muy poderosa para ti y para tu terapeuta.
Dar el Paso: Hacia un Diagnóstico que Te Libere
Si has llegado hasta aquí asintiendo con la cabeza, queremos que sepas algo: no estás rota ni eres un caso perdido. Simplemente, tu cerebro funciona de una manera diferente.
Entender cómo el TDAH te afecta es el primer y más importante paso para recuperar el control y empezar a vivir una vida más plena y auténtica. Un diagnóstico adecuado te da acceso a herramientas, estrategias y, si es necesario, un tratamiento que te permitirá potenciar tus fortalezas y gestionar tus desafíos.
En INECAP, nuestro equipo de profesionales se especializa en TDAH en adultos, con una profunda comprensión de las particularidades que presenta en las mujeres.
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La información proporcionada en este artículo es solo para fines informativos y no sustituye el consejo médico profesional.