La memoria de trabajo es un proceso cognitivo con una capacidad limitada que es responsable de retener temporalmente la información disponible para su procesamiento.
Los científicos la ubican en la corteza prefrontal (la parte de más adelante y arriba del cerebro).
¿Entonces la memoria de trabajo es la memoria de corto plazo? Nosotros creemos que no.
La memoria de corto plazo, es un sistema de almacenamiento. La memoria de trabajo (MT) es un proceso que utiliza la memoria para realizar tareas.
Lo más parecido a la memoria de trabajo es la memoria RAM, la memoria en tu computadora o celular que se satura cuándo tenés muchos programas abiertos (y además gasta más batería).
Entonces este sistema cognitivo nos permite retener y manipular información durante unos segundos durante la resolución de problemas u otras actividades mentales. Usamos la memoria de trabajo para guiar nuestra toma de decisiones teniendo en cuenta las experiencias pasadas y anticipando el futuro.
Las personas que padecen TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad) pueden tener una capacidad de memoria de trabajo más pequeña, afectando la velocidad de procesamiento de instrucciones y generando sobrecargas cognitivas en forma frecuente.
Estas sobrecargas tiene un efecto negativo: el cerebro no filtra y selecciona de modo adecuado y la información relevante se pierde en la memoria de trabajo, afectando el rendimiento en el área que la persona se esté desempeñando.
Entonces la memoria de trabajo nos permite:
- Retener información temporalmente para utilizarla paso a paso.
- Manipular los datos para resolver problemas.
- Tener conciencia del paso del tiempo (lo que pasó y lo que pasará).
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¿Cómo se puede “manejar”?
Hay varias estrategias, te vamos a contar cómo externalizar la información para incrementarla con elementos del entorno.
Regla 1: Reducir la información. Tu cerebro naturalmente no es bueno para valerse de su almacenamiento biológico. Usá un cuaderno, un dispositivo para escribir, esquemas o gráficos para sacar la información de tu cabeza.
Regla 2: Visualizar la información. La transmisión verbal de datos, tareas, conceptos, suele ser ineficiente porque inevitablemente satura la memoria de trabajo. Usá esquemas, gráficos, tablas, mapas mentales o fotos. Por ejemplo: usá un papel para armar un esquema de una casa para meter información en las habitaciones.
Regla 3: Reducir las opciones. Trabajá sobre la menor cantidad de problemas posibles a la vez. Por ejemplo: primero estudiar los conceptos centrales y después los detalles. Si surge un problema o inquietud, anótalo, te ocupás después.
En resumen: para aprender a manejar tu memoria de trabajo:
- Elegí 1 (una) sola técnica y practícala.
- Una vez que la automatices (o decidas que no te sirve), elegí otra.