En una sesión Kevin preguntó explícitamente sobre cómo hacer para empezar a trabajar cuándo se lo propone. Él es freelancer, tal como muchas personas que sufren TDAH. Trabaja desde su casa, ofreciendo soluciones de marketing digital. El sufre de «latencia de activación».
Latencia de activación es el tiempo que le lleva a una persona comenzar con una tarea desde que piensa en iniciarla hasta que concretamente la inicia.
También se puede medir en relación al horario que se había propuesto empezar.
Por ejemplo, si el primer paso sería chequear Trello (aplicación de gestión de tareas), su latencia de activación sería de 1 hora, si el se había agendado chequear a las 10:00am y finalmente abrió Trello a las 11:00am.
Mira el artículo sobre coaching para productividad para personas que padecen TDAH
La latencia de activación puede ser extremadamente variable:
-Segundos.
-Minutos.
-Días.
-Infinita: cuándo la persona sabe que tiene que hacer algo pero directamente no lo hace.
Un ejemplo es Federico que sabe que tiene que hacerse un implante de una pieza dental desde hace 3 años y aún no ha pedido turno con el odontólogo.
No es tan fácil determinar el motivo por el cuál una persona tiene dificultad para iniciar una acción.
El patrón común suele ser algún déficit en lo que llamamos las funciones ejecutivas.
Dichas funciones sirven para resolver problemas de mediano o largo plazo. Es decir, en los que la gratificación sería diferida y no inmediata.
En el caso del TDAH fallan la inhibición y regulación emocional.
La inhibición permite a Kevin hacer una pausa para evaluar su conducta, recordar sus metas e imaginar lo gratificante que podría ser el pago que reciba al terminar la tarea descripta en Trello.
La regulación emocional sirve para modular y calibrar las emociones para que sean concordantes con la tarea que Kevin necesita hacer. Si al pensar en chequear Trello, Kevin siente temor por la dificultad potencial de la tarea, va a tender a evitar esa tarea. La regulación emocional le sirve para modular y disminuir dicho temor o ansiedad y comenzar la tarea aún sintiendo esa sensación desagradable.
Las personas con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad hacen lo mejor que pueden. El déficit en las funciones ejecutivas: la latencia de activación no es una elección, sino una limitación.
Hay múltiples estrategias para afrontar una excesiva latencia de activación.
El primer paso es el diagnóstico adecuado.
Ciertos psicofármacos pueden ayudar con la inhibición y/o la regulación emocional.
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Acá van algunos tips que pueden ensayar:
- Medir la latencia de activación
- -Agendar un bloque para realizar «la tarea».
- -En el momento en qué empieza la tarea, poner un cronómetro.
- -Tomar el tiempo de latencia y anotarlo.
- Usar una lista de tareas de activación.
- Tomar una hoja, anotar los micro pasos necesarios para activarse.
- Ordenar los pasos.
- Resaltar el primer paso.
- Iniciar ese primer paso.
- Establecer un incentivo al final de la tarea
- Elegir un premio o «castigo» que viene inmediatamente al terminar la tarea.
Por ejemplo tomar un café, jugar una partida de un video juego, ver un video músical o salir a caminar al aire libre.
En conclusión: la procrastinación, ocasionada por una alta latencia de activación es una dificultad típica en las personas con TDAH o TDA.
No es un capricho o una elección, sino un síntoma de este problema neuropsicológico.
