El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) puede hacer que la organización del hogar sea un desafío. Sin embargo, la investigación muestra que un ambiente estructurado y ordenado puede mejorar significativamente la calidad de vida de los adultos con TDAH (Ramsay & Rostain, 2015). En este artículo, te ofrecemos consejos prácticos basados en evidencia científica para ayudarte a organizar tu espacio de manera efectiva.
Entiende el impacto del TDAH en la organización
El TDAH se caracteriza por dificultades en la atención, impulsividad y, en algunos casos, hiperactividad (American Psychiatric Association, 2013). Estas características pueden obstaculizar la organización, llevando a la acumulación de desorden y al olvido de tareas importantes (Ramsay & Rostain, 2015). En consecuencia, comprender cómo el TDAH afecta tu capacidad para organizar es el primer paso para desarrollar estrategias efectivas.
Establece metas y prioridades
Antes de comenzar a organizar, es crucial identificar tus objetivos y prioridades. ¿Qué áreas de tu hogar necesitan más atención? ¿Qué resultados deseas lograr? Un estudio de Hartl et al. (2008) encontró que establecer metas claras y realistas es fundamental para el éxito de los esfuerzos de organización en personas con TDAH. Por lo tanto, tómate el tiempo para definir tus metas antes de empezar.
Crea un sistema de organización personalizado
No existe un enfoque único para la organización. Lo que funciona para una persona puede no funcionar para otra. Por eso, es esencial crear un sistema que se adapte a tus necesidades y preferencias individuales. Considera el uso de etiquetas, contenedores y espacios designados para cada categoría de objetos (Kolberg & Nadeau, 2002). De esta manera, podrás encontrar lo que necesitas de manera rápida y sencilla.
Reduce los estímulos visuales
El exceso de estímulos visuales puede ser abrumador para las personas con TDAH. Por esta razón, es importante minimizar el desorden visual eliminando objetos innecesarios y creando un ambiente visualmente tranquilo (Hallowell & Ratey, 2005). Esto puede ayudar a reducir las distracciones y mejorar la concentración. Además, un espacio visualmente ordenado puede contribuir a una sensación de calma y control.
Divide las tareas en pasos manejables
La organización puede parecer una tarea monumental, especialmente cuando el desorden se ha acumulado con el tiempo. Para evitar sentirte abrumado, divide el proceso en pasos pequeños y manejables. Comienza con una habitación o incluso un cajón a la vez. Celebra cada logro, no importa cuán pequeño sea (Solanto, 2011). De este modo, mantendrás la motivación y evitarás la procrastinación.
Utiliza la tecnología como tu aliada
En la era digital, la tecnología puede ser una herramienta valiosa para la organización. Aprovecha las aplicaciones de lista de tareas, recordatorios y calendarios para mantenerte al día con tus responsabilidades. Además, considera invertir en dispositivos que ahorren tiempo, como robots aspiradores o sistemas de almacenamiento inteligentes (Barkley, 2012). Así, podrás simplificar tus esfuerzos de organización y ganar más tiempo para otras actividades.
Involucra a tu red de apoyo
Organizar un hogar puede ser un desafío, especialmente cuando se tiene TDAH. Por eso, no dudes en pedir ayuda a familiares y amigos cuando te sientas abrumado. Delega tareas y convierte la organización en una actividad social. La investigación muestra que el apoyo social es crucial para el manejo exitoso del TDAH en adultos (Newark & Stieglitz, 2010). Al involucrar a tu red de apoyo, no solo aliviarás la carga, sino que también fortalecerás tus relaciones.
Mantén un calendario
Los adultos con TDAH a menudo luchan con la gestión del tiempo y la memoria prospectiva, que es la capacidad de recordar hacer las cosas en el futuro (Ramsay & Rostain, 2015). Para combatir estos desafíos, mantener un calendario actualizado puede ayudarte a mantenerte organizado y al tanto de tus compromisos. Considera colocar el calendario en un lugar prominente y consultar a menudo. De esta manera, reducirás el riesgo de olvidar citas importantes y tareas pendientes.
Desarrolla rutinas consistentes
Las rutinas son fundamentales para mantener la organización a largo plazo. Para establecer rutinas efectivas, crea un horario para las tareas diarias y semanales, como la limpieza y el orden (Kolberg & Nadeau, 2002). Luego, convierte estas rutinas en hábitos al vincularlas con actividades existentes, como limpiar la cocina después de cada comida. Con el tiempo, estas rutinas se convertirán en una parte natural de tu día a día.
Sé amable contigo mismo
Finalmente, es crucial recordar ser amable contigo mismo durante el proceso de organización. La organización es un viaje, no un destino. Celebra tus éxitos, aprende de tus desafíos y evita compararte con otros. Con paciencia, práctica y las estrategias adecuadas, puedes crear un hogar que fomente tu bienestar y productividad. Date permiso para ir a tu propio ritmo y recuerda que cada paso que das es un progreso significativo.
Conclusión
En resumen, organizar tu hogar cuando tienes TDAH requiere un enfoque estratégico e individualizado. Al comprender el impacto del TDAH, establecer metas claras, crear sistemas personalizados, reducir los estímulos visuales, dividir las tareas, utilizar la tecnología, involucrar a tu red de apoyo, mantener un calendario, desarrollar rutinas y ser amable contigo mismo, puedes superar los desafíos y disfrutar de los beneficios de un espacio ordenado. Recuerda, cada paso que das hacia la organización es un paso hacia una vida más manejable y gratificante.
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