...

¿Es el TDAH déficit de atención? ¿TDAH o «Déficit de Atención»? Por Qué el Nombre Confunde (y Limita)

«Si tan solo te esforzaras más en concentrarte, podrías hacerlo».

Si tienes Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), es muy probable que hayas escuchado esta frase (o una similar) innumerables veces. Es una creencia común, incluso entre profesionales, que el TDAH es simplemente una dificultad para prestar atención. Pero esta idea, aunque bienintencionada, es profundamente errónea y simplifica una realidad neurológica mucho más compleja.

El problema no es la atención en sí misma. De hecho, muchas personas con TDAH pueden hiperenfocarse durante horas en algo que les interesa. El verdadero desafío es la regulación de esa atención.

Este artículo desmitifica por qué llamar al TDAH «déficit de atención» es incorrecto y te explica cuál es el verdadero núcleo del trastorno: un déficit en la capacidad de autorregulación.

Para Regularte, Primero Necesitas Entenderte

Un diagnóstico preciso es el primer paso para dejar de culparte por algo que no es tu culpa.

Descubre tu perfil con nuestras evaluaciones diseñadas por especialistas en TDAH:

El Verdadero Problema: Un Déficit en el «Freno» del Cerebro

Para poder concentrarte en una tarea (por ejemplo, estudiar un texto aburrido), tu cerebro necesita realizar una serie de acciones complejas y coordinadas:

  1. Frenar (Inhibición): Primero, debe ignorar todos los demás estímulos internos y externos (el ruido de la calle, una idea repentina, las ganas de mirar el teléfono).

  2. Orientar (Motivación): Luego, debe dirigir intencionadamente sus recursos hacia el texto.

  3. Sostener (Control Atencional): Finalmente, debe mantener ese foco a lo largo del tiempo, a pesar del aburrimiento o la dificultad.

El TDAH no es una falla en el acto de atender, sino una dificultad crónica en el paso 1: el freno. El cerebro con TDAH tiene un déficit en la capacidad de inhibir impulsos. No puede «frenar» para evaluar una meta, regular sus emociones y decidir conscientemente a qué, cuándo, dónde y cómo prestar atención.

Como resultado, tu atención es «secuestrada» por cualquier estímulo que sea más interesante o novedoso en el momento, dejando de lado lo que es realmente importante para ti.

El Caso de Leandro: Cuando el Problema no es la Concentración

Imagina a Leandro, un diseñador creativo que abandonó su carrera a falta de cuatro materias. Él tiene una gran capacidad de concentración cuando una idea le apasiona. Su problema no es «prestar atención», sino:

  • Déficit de activación: No logra generar el estado mental necesario para empezar a estudiar.

  • Mala percepción del tiempo: Es incapaz de estimar de forma realista cuánto tiempo necesita para cada tarea, por lo que nunca encuentra el momento.

  • Agotamiento de recursos: Llega al final del día sin energía mental. Cuando intenta concentrarse en un texto aburrido, su cerebro, ya agotado, no tiene la capacidad de «alerta» necesaria.

Leandro no tiene un déficit de atención; tiene un déficit de regulación de sus recursos atencionales.

Soluciones Reales para un Problema de Regulación

Si el problema no es la atención, la solución no puede ser «esfuérzate más». Las estrategias efectivas se enfocan en crear estructuras externas para apoyar la autorregulación interna.

  1. Planificación y externalización: No confíes en tu memoria. Usa agendas, calendarios y planificadores visuales para «ver» tu tiempo y tus tareas. Resuelve todos los pasos previos antes de sentarte a trabajar para que tu energía se dedique solo a la tarea principal.

  2. Creación de rutinas: Las rutinas son el pilar de la autorregulación. Al automatizar decisiones, reduces la carga sobre tus funciones ejecutivas y haces que las acciones importantes dependan menos de tu estado de ánimo.

  3. Manejo del entorno: Modifica tu ambiente para reducir las distracciones y facilitar la concentración.

El Diagnóstico es Claridad

Entender que el TDAH es un déficit de autorregulación, y no de atención, es un cambio de paradigma. Te permite dejar de verte como alguien «perezoso» o «indisciplinado» y empezar a reconocerte como una persona con inteligencia y capacidades, que necesita un conjunto de herramientas diferentes para funcionar.

Un diagnóstico preciso con un experto es fundamental para identificar qué áreas de la autorregulación están más afectadas y cuál es el mejor plan de acción, que puede incluir terapia, coaching y, en algunos casos, tratamiento farmacológico.

¿Listo para Entender el Verdadero Origen de tus Dificultades?

Si tienes más preguntas, nuestro equipo de profesionales está aquí para ayudarte. Consulta también nuestras Preguntas Frecuentes (FAQs).

La información proporcionada en este artículo es solo para fines informativos y no sustituye el consejo médico profesional.

Compartí esta nota

Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp