Las características más conocidas del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) son inatención, hiperactividad e impulsividad. Estos síntomas no logran reflejar en forma precisa la naturaleza del trastorno. En este artículo explicamos cómo reconocer tres características que definen al TDAH : baja tolerancia al rechazo interpersonal, hipersensibilidad emocional e hiperfoco.
El DSM-V, la biblia del diagnóstico en salud mental, contiene una lista de 18 criterios diagnósticos para el TDAH. Si bien se ha hecho un esfuerzo por discriminar algunos síntomas en adultos, el problema es que estos criterios siguen basados en estudios e investigaciones realizadas con niños. Como consecuencia, nos encontramos con la realidad de que los rasgos de TDAH en adolescentes, adultos y personas mayores no son tan conocidos. Esto ha llevado a diagnósticos erróneos y tratamientos fallidos para muchas personas, y explica porque se asocia de modo automático TDAH a hiperactividad y falta de concentración.
Creemos que esta perspectiva general requiere una actualización que contemple 3 características cruciales que explican todos los aspectos del TDAH y definir de forma más precisa su naturaleza:
- Motivación basada en el interés.
- Hipersensibilidad emocional.
- Baja tolerancia al rechazo interpersonal.
1) Motivación basada en el interés.
¿Qué implica tener motivación basada en el interés?
A pesar de su nombre, el TDAH no causa un déficit de atención. En realidad, lo que causa es una atención inconsistente que solo se logra activar en circunstancias específicas.
Las personas que tienen TDAH suelen reconocer situaciones en las que logran “enchufarse” o que entran en una “racha” o lapso de profunda concentración y de conexión con la tarea que están realizando. Cuando hablamos de esto estamos describiendo un estado de “hiperfoco”: una intensa concentración en una tarea en particular durante la cual el individuo siente que puede lograr todo lo que se propone. De hecho, se puede lograr tanta concentración que uno pierde la noción de cuánto tiempo ha pasado.
Este estado de hiperfoco surge a partir de una momentánea aparición de interés, novedad, urgencia o deadline “de último minuto”.
El sistema nervioso, y por lo tanto la motivación, de una persona con TDAH se pone en movimiento por interés y no por un orden prioritario de las tareas a realizar.
¿Cuáles son las recomendaciones para trabajar mejor con una motivación centrada en el interés?
- Medicación para nivelar los factores neuronales.
- Desarrollar nuevas técnicas para despertar la motivación cuando sea necesario.
Por un lado, el componente farmacológico del tratamiento ayuda a evitar que las personas con TDAH se distraigan cuando están enfocadas. Y por otro, la persona que padece el trastorno debe aprender a crear su propio sistema personal para despertar interés a partir de cómo y cuándo uno funciona mejor, creando las condiciones óptimas de entrada, en vez esperar a que la motivación aparezca de forma azarosa. Recordemos que la mayoría de los sistemas de planificación y organización existentes están diseñados para cerebros neurotípicos que usan la prioridad y el tiempo para generar motivación.
Este trabajo es muy personal y puede cambiar con el tiempo. Puede incluir estrategias como incluir a un tercero, es decir, pedirle a otra persona que se siente y haga compañía mientras uno hace su trabajo; o “inyectar interés” transformando una tarea que de otra forma sería demasiado aburrida usando la imaginación. Por ejemplo, un estudiante de anatomía a quien le aburre estudiar, podría imaginar que está aprendiendo a salvar la vida de alguien que le importa.
2) Hipersensibilidad emocional.
¿Qué es?
La mayoría espera que las personas con TDAH tengan hiperactividad visible. Esto solo ocurre en el 25% de niños y 5% de adultos. El resto experimentan un sentimiento interno de inquietud. Cuando se le solicita a personas con TDAH que describan esta sensación, suelen decir:
“Estoy siempre en tensión. No logro relajarme nunca”
“No puedo simplemente sentarme a ver televisión con mi familia”
“No logro apagar mi cerebro y mi cuerpo para irme a dormir por la noche”
Las personas con TDAH tienen pensamientos y emociones que son mucho más intensas que las de la media. Sus momentos altos son más altos y los bajos más bajos. Esto significa que llegan a experimentar sentimientos de felicidad o angustia con más intensidad que sus pares.
Los resultados de las investigaciones muestran que los niños con TDAH pueden llegar a desarrollar baja autoestima porque se dan cuenta de que tienen dificultades a la hora de comprometerse y terminar lo que empezaron. En la adultez esto se puede convertir en vergüenza, una emoción dominante que da cómo resultado un continuo diálogo interno negativo.
¿Cómo reconocer la hipersensibilidad emocional?
Muchas personas con TDAH son en un primer momento mal diagnosticadas con un trastorno del estado de ánimo. Las investigaciones muestran que, en promedio, un adulto pasará por 2.3 profesionales y habrá probado 6.6 antidepresivos antes de ser diagnosticados con TDAH.
Aquí puede seguir leyendo sobre el diagnóstico y tratamiento del TDAH.
El tipo de preguntas que es importante hacer para reconocer esta característica del TDAH son: Cuándo está angustiado o triste, ¿Le dura mucho tiempo o suele calmarse fácilmente? ¿Siente que a veces le cuesta dejar de pensar en cierto tema o idea y quizás pasan varias horas o días en los que se le hace difícil distraerse de ello?
¿Qué puedo hacer para controlar mi hipersensibilidad emocional?
Para contrarrestar los sentimientos de vergüenza y baja autoestima, se suele recomendar a las personas con TDAH que recurran al apoyo de otros individuos. Estos pueden ser un padre, una madre, un hermano mayor, un profesor o un amigo. Cualquiera, que pueda reafirmar una mirada positiva sobre la persona y que le permita salir de su negatividad interna y descubrir cómo mejorar su calidad de vida.
3) Baja tolerancia al rechazo interpersonal
¿Qué es?
Es una intensa vulnerabilidad de la percepción de ser rechazado, juzgado, o burlado por personas que son importantes en la vida del que la sufre.
Las personas con TDAH tienen dificultades para describir esta reacción primitiva de baja tolerancia e incluso suelen esconderla a los demás. Incluso, Es habitual que aquellos que la experimentan no quieran hablar sobre ello por la vergüenza que sienten por no tener control, o porque no quieren que otros sepan acerca de esta intensa vulnerabilidad.
¿Cómo reconocer la baja tolerancia al rechazo interpersonal?
La pregunta que puede ayudar a identificar esta baja tolerancia al rechazo interpersonal es: “En su vida en general ¿Se ha sentido mucho más sensible que las personas a su alrededor al rechazo, las burlas, las críticas o a su propia percepción de haber fallado?”
Cuando una persona interioriza la respuesta emocional de esta baja tolerancia, puede verse como un desarrollo de un trastorno de estado de ánimo. Cuando la respuesta emocional se exterioriza, aparece como una explosión de ira. La mitad de las personas que reciben ayuda para manejo de la ira tenían previamente un TDAH no reconocido.
¿Cómo se regula la baja tolerancia al rechazo interpersonal?
Un 98/99% de los adolescentes y adultos con TDAH reconocen experimentar DSR. Para un 30%, el DSR es el aspecto más perjudicial de su TDAH, en parte porque este no responde a la terapia.
Los medicamentos alfa-agonistas, como la guanfacina y la clonidina, pueden ayudar a tratarla. Sólo una de cada tres personas experimenta alivio con alguno de esos medicamentos, pero el 60% experimenta beneficios sólidos cuando prueba ambos.
Cuando se trata con éxito, las personas con DSR reconocen sentirse “en paz” o tener una “armadura emocional”. Ven que las mismas cosas que antes les hacían daño, ahora desaparecen sin dejar heridas. También reportan que, en lugar de manejar tres o cuatro pensamientos a la vez, ahora tienen solo uno.
Este artículo es una traducción y actualización del texto escrito por el psiquiatra William Dodson, M.D., en inglés.
Aproximadamente 10 millones de personas adultas tienen TDAH. El TDAH aparece en la mayoría de las culturas en aproximadamente el 2.5% de los adultos.
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